A propósito de una invitación que atendimos en Bemus para participar en un dialogo multisectorial acerca de la “prosperidad compartida” se mencionaron varios tipos de economías refiriéndose a colores y decidimos escribir un blog sobre este tema.

En los últimos años, se ha popularizado la clasificación de las economías por colores. Esta metodología busca explicar de manera sencilla los diferentes modelos económicos que existen en el mundo y cómo impactan a la sociedad. ¿De dónde viene esta clasificación y qué significa cada color? A continuación, exploramos las principales categorías y su relevancia en la actualidad.

El origen de la clasificación por colores

El uso de colores para describir economías proviene de la necesidad de simplificar conceptos económicos complejos. En distintos momentos, académicos, economistas y organizaciones han asignado colores a diferentes modelos según su enfoque productivo, impacto ambiental y nivel de tecnología involucrado. Esta clasificación ayuda a visualizar rápidamente las diferencias entre los sistemas económicos y sus efectos en la sociedad.

Principales economías por colores

Economía roja

Hace referencia a economías planificadas centralmente, como las de corte socialista o comunista. En estas economías, el Estado juega un rol dominante en la producción y distribución de bienes y servicios. Su clasificación se ha basado en estudios sobre modelos de economía política y ha sido adoptada en debates económicos y políticos. Esta descripción no nos encanto pero imprescindible conocerla ya que vienen en franco crecimiento. China es un ejemplo de esta, es extremadamente eficiente resolviendo problemas, ya que no se enfrenta a los debates y sistemas de contrapeso de economías abiertas y no cuenta con los costos de las garantías sociales.

Economía azul

Popularizada por Gunter Pauli en su libro The Blue Economy, esta economía propone un modelo sostenible basado en la imitación de los ecosistemas naturales. Se diferencia de la economía verde porque no solo busca reducir el impacto ambiental, sino que transforma los procesos productivos tomando inspiración de la naturaleza. Se fundamenta en el uso eficiente de los recursos, la regeneración de ecosistemas y la economía circular. Por ejemplo, en lugar de depender de energías fósiles o renovables convencionales, la economía azul explora alternativas como la energía generada por microorganismos o el aprovechamiento de desechos orgánicos. Su objetivo es generar innovación, reducir costos y fomentar la autosuficiencia económica en comunidades locales.

Economía verde

El concepto de economía verde ha sido impulsado por organismos como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Banco Mundial. Se centra en el desarrollo sostenible, priorizando energías renovables, reducción de emisiones y protección del medio ambiente. La economía verde busca minimizar el impacto ecológico de las actividades productivas.

Economía gris

Hace referencia a economías altamente industrializadas que dependen de energías fósiles y procesos intensivos en contaminación. Su clasificación proviene de estudios sobre la economía del carbono y la huella ambiental de la industria.

Economía negra

Se refiere a actividades económicas ilegales o informales que no están reguladas por el Estado, como el contrabando, el narcotráfico o la evasión fiscal. Este concepto es ampliamente utilizado en estudios sobre crimen organizado y mercados informales. Algunos estudios recientes, arrojan que este tipo de economías generan transacciones mucho mas grandes que el PIB de ciertos paises.

Economía blanca

Relacionada con el conocimiento y la innovación, la economía blanca engloba sectores como la tecnología, la educación y la salud. Su crecimiento está basado en el desarrollo intelectual y la digitalización. Se ha vinculado con el avance de la sociedad del conocimiento y ha sido promovida por instituciones académicas y tecnológicas.

Economía naranja

Concepto desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la economía naranja abarca las industrias creativas y culturales, como el diseño, la moda, la música y el cine. Es un sector en auge, con un gran potencial para la generación de empleo y valor agregado.

Economía plateada

Hace referencia al impacto económico del envejecimiento de la población. Se enfoca en productos y servicios dirigidos a personas mayores, como la atención sanitaria, el turismo senior y la tecnología adaptada. Esta clasificación ha sido promovida por organismos que estudian el envejecimiento demográfico, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la OCDE.

Economía amarilla

Está relacionada con el conocimiento y la felicidad en el trabajo. La economía amarilla se centra en cómo las condiciones laborales, el bienestar de los empleados y la motivación afectan la productividad y el desarrollo económico. Se enfoca en modelos organizacionales que promueven la creatividad, la satisfacción personal y un ambiente laboral saludable. Su concepto ha sido desarrollado en estudios sobre psicología organizacional y economía del bienestar.

Economía turquesa

Aunque aún no es una clasificación ampliamente adoptada, la economía turquesa se asocia con el emprendimiento, la innovación y la economía colaborativa. Representa un modelo donde los emprendedores utilizan la tecnología, la creatividad y la cooperación para desarrollar nuevos negocios sostenibles y flexibles. Se vincula con la digitalización, el trabajo remoto, el acceso a financiamiento alternativo (como crowdfunding) y la construcción de comunidades económicas resilientes. La economía turquesa impulsa el crecimiento empresarial sin perder de vista el impacto social y ambiental

¿Por qué es importante conocer esta clasificación?

Comprender estas economías por colores nos ayuda a visualizar tendencias globales e identificar oportunidades. Además, permite reflexionar sobre el impacto de nuestras elecciones económicas y el rumbo que queremos para el futuro.

Las economías no son estructuras fijas, sino sistemas dinámicos que evolucionan con la sociedad. En un mundo en constante cambio, conocer estos modelos nos da herramientas para adaptarnos y contribuir al desarrollo de una economía más equitativa y sostenible.

¿Cuál de estas economías crees que tendrá mayor protagonismo en el futuro?

Agradecemos a Maria Elena Mendoza de Bemus, por la elaboración de esta nota.