El marco de la participación de Bemus en el Foro sobre el desempleo y emprendimiento femenino en Costa Rica organizado por RSM, queremos compartirles las notas y cifras sobre el tema. El propósito es hacer más visible esta realidad del mercado laboral y el emprendimiento femenino, pero también aportar ideas para mejorar esta situación.
Les compartimos a continuación las preguntas que nos hicieron en el foro, con un resumen de las respuestas que compartimos.
Después de pasar años fuera del mercado laboral muchas mujeres se cuestionan si desean regresar y cómo hacerlo. Tanto emplearse como emprender tiene sus retos y quizás lo más importante es empezar por el principio: la motivación.
¿Cuáles son las motivaciones por las que las mujeres se hacen empresarias?
En nuestra experiencia las motivaciones del emprendimiento femenino son muy variadas:
- Subsistencia: el 62% de los emprendimientos femeninos son de esa naturaleza, según estudio del BCCR.
- Independencia económica o aportar al ingreso familiar.
- Horario flexible para poder dedicarle tiempo a la familia y/o sus hobbies.
- Tener un plan B al empleo que tiene, como fuente de ingreso complementaria.
- Realización personal y profesional para demostrar que si se puede.
- Dejar una huella en la sociedad.
- Hacer de su pasión una empresa que brinde oportunidades de empleo e ingresos para su entorno.
- Prestigio (Scott, 1986; Winn, 2004, Santos et al., 2018).
Sea cual sea la motivación, es importante tenerla clara, ya que es la base del emprendimiento y nos llevara a moldearlo y hacerlo crecer de diferente manera.
¿Cuáles son las principales dificultades que se encuentra la mujer emprendedora a la hora de poner en marcha un negocio?
En nuestra experiencia la dificultad más común es saber la diferencia entre tener una idea, aparentemente excelente, a tener un verdadero plan de negocio, con objetivos claros. Nos enamoramos de nuestro producto o servicio y ese amor nubla las decisiones asertivas de negocio. Tomarse el tiempo hacer el plan de negocio le permite identificar a los consumidores o usuarios, sus dolores, construir un modelo financiero que le permita medir los riesgos e identificar los verdaderos drivers de su negocio, fijar las metas para no perderse en el camino.
Luego, en segundo lugar, viene tener el conocimiento y habilidades de negocio. Quizás conocemos bien lo que hacemos (productos de belleza, moda, tecnología, diseño, cocina tailandesa, por ejemplo), pero no existen super seres humanos que lo sepan todo: legal, contable, mercadeo y ventas, producción, innovación, tecnología, liderazgo y recursos humanos, etc. Si trabajamos antes en una empresa, este error es aún más frecuente, ya que en una empresa ya están ahí todos los departamentos de soporte y procesos.
Pero para la mujer emprendedora, es clave reconocer con humildad en lo que no se es fuerte y buscar aliados de negocio, bien sea servicios tercerizados o a través de alianzas, pero es imprescindible tener una red de apoyo empresarial que nos soporte en la travesía.
En tercer lugar, el desafío es como vender más. Todos queremos vender más, pero frecuentemente nos olvidamos de conocer bien al cliente, tener una propuesta de valor verdaderamente diferente, promocionar adecuadamente, analizar fríamente la competitividad y rentabilidad de los precios, la complejidad y volatilidad de los canales de ventas.
Tsunamis que enfrenta el emprendimiento femenino
Y ahora si vienen en los “tsunamis” que más afectan al emprendimiento femenino, a diferencia de los hombres:
- Fuentes de financiamiento son más escazas 56% crédito son para los hombres vs 44 a mujeres y solo 31% en el sistema de banca para el desarrollo (SBD), según estudio de la SUGEF 2020. Además, los montos de crédito promedio son 68% menores (por cada colón de crédito que reciben los hombres, las mujeres reciben 0.68). También las garantías que nos piden son más grandes. Estructuralmente en Costa Rica, las mujeres tienen menos bienes para garantizar préstamos que los hombres. Esto pese a que las mujeres estamos menos en mora (91% pagan al día), vs los hombres (88%) Es triste pero cierto, según estudio del INAMU 2020 la Informalidad en mujeres 82% vs solo 35% en hombres.
- Empoderamiento para evitar los bajonazos. Al ser seres más sensibles, multifacéticas, apasionadas, características todas positivas, pero que también nos exponen a los famosos “bajonazo”. “Es que no me siento bien o emponchada esta semana”. Pero para nuestro cliente o consumidor eso es transparente. Por eso tenemos que buscar estar conectadas con buenas fuentes de energía y motivación constantemente.
- Las mujeres dedican en promedio 35 horas a la semana en labores de familia y domésticas versus solo 11 horas en los hombres. Es un desbalance que quizás obedece a temas culturales, pero es una realidad.
- Brecha digital femenina es mayor que la masculina, segun estudio de la SUGEF 2020.
Ahora bien, el impacto de la pandemia también ha sido desigual por géneros ¿La pérdida de empleos y desempleo es peor en las mujeres que en los hombres 24% vs 16%, por qué?
Viendo la perspectiva de Pymes y emprendimiento que es lo que vemos desde Bemus, aquellas Pymes lideradas por mujeres presentan 7% más posibilidades de cerrar ante la crisis del COVID-19 que sus contrapartes dirigidas por hombres, específicamente en América Latina, según el reporte El Futuro del Negocio, realizado por Facebook, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. El reporte tomó en cuenta los datos de 30,000 pymes de 50 países, todos con una página de negocios de Facebook y los datos fueron recabados entre mayo y junio de este 2020. Esto esta asociado un poco a los temas de acceso a financiamiento y fondos que conversamos anteriormente, pero también a:
- Tipos de negocio más comunes en el emprendimiento femenino: costureras, servicios de belleza, restaurantes, gym.
- Sobre carga de trabajo (dilema entre lo personal y profesional): 23% de las líderes de negocios han reportado pasar seis horas o más en labores de cuidado de hijos o de la casa mientras que 11% de los hombres dijeron dedicar esa misma cantidad de tiempo a la casa.
Y entonces, bajo todas estas condiciones adversas de la mujer en el mundo empresarial, ¿Qué están haciendo las mujeres?
Según el último informe sobre Mujeres Emprendedoras elaborado por Mastercard (Madrid), a pesar de ser las más afectadas, el 42% de ellas ha digitalizado sus negocios durante la pandemia. Además, el 34% supo identificar nuevas oportunidades. Esto nos habla de la capacidad de reinventarse, de la resiliencia y del liderazgo que tenemos las mujeres. Por eso es tan importante emprender procesos de Desing Thinking (innovación basada en el consumidor), innovación de procesos y reforzamiento de la propuesta de valor de nuestras empresas para que constantemente estemos ajustando nuestras empresas a la nueva realidad.
¿Qué consejos le daría a una mujer que esté pensando en montar su propio negocio?
Se estima que entre un 80% a 85% todas las empresas que se crean desaparecen durante los tres primeros años de haber sido fundadas (Shane, 2003). Emprender no es para todos. No tener un jefe y un horario que nos ate puede sonar bonito, pero requerirá de mucho compromiso y disciplina de su parte. Para mejorar sus probabilidades de éxito para superar con éxito esto que llamamos el “valle de los caídos” le recomendamos estas 5 acciones:
- Asegúrese de tomarse el tiempo de hacer un plan de negocio para asegurarse que esa idea que tiene en verdad es un negocio en el papel. Es decir, identificar bien los dolores y necesidades de sus consumidores, su estrategia de precio rentable y competitiva, sus costos y gastos, los riesgos y elementos claves de negocio (drivers) y en si que su propuesta de valor sea verdaderamente diferenciada.
- Luego asegurarse de contar con una red de apoyo empresarial con profesionales de confianza que la apoyen en la travesía. Asegúrese de tener buenos contadores, abogados, mercándolos, vendedores, tecnología, en fin profesionales de confianza.
- Si puede, no lo haga sola, el trabajo en equipo SIEMPRE traer resultados mejorados. Busque personas que la complemente, bien sea con socios o equipo de trabajo propio o tercerizado, consejos consultivos. Además de ayudarle a navegar más rápido y asertivamente, también le apoyaran a enfrentar los bajonazos típicos de los primeros años de emprendimiento.
- Tenga sus propios horarios y espacios bien definidos para dedicarle a su emprendimiento. Adopte mini-hábitos de negocio que le ayude crecer su negocio de forma sistemática y disciplinada.
- ¡Capacítese! Seamos humildes, no lo sabemos todo. En línea hay mucha información y en Bemus estamos para apoyarle con una gran variedad de información para apoyar el emprendimiento femenino.