Sin lugar a dudas, el año 2020 ha planteado en los escasos cinco meses transcurridos, importantes y desafiantes retos a los emprendedores y líderes. Muchos de esos retos se relacionan justamente, con la gestión de los colaboradores que forman parte de la empresa. Por ello y teniendo presente el valor e impacto de las personas para el logro de los objetivos organizacionales, le hacemos esta pregunta:  ¿Sabe  usted cómo mantener la motivación laboral de sus colaboradores a pesar de la crisis actual por la pandemia por COVID-19? Sí la respuesta es negativa, permítanos ofrecerle una serie de cinco consejos para mantener la motivación laboral en esta situación inédita.

Comunicación asertiva.

La estructura de la empresa debe ser un aliado en el proceso comunicativo, favoreciendo que el flujo de información empape a todos los miembros de la organización. Aunque los colaboradores estén laborando desde su casa, es de vital relevancia, seguir conversando de manera constante con ellos.

La transparencia resulta clave. De una u otra manera, hay que hacer partícipes a las personas de la realidad del negocio y de las acciones que se pretenden ejecutar. A nadie le gusta trabajar en el marco de la incertidumbre, menos cuando la “operación familiar arroz y frijoles” puede verse afectada.

Si queremos mantener la motivación laboral de nuestro equipo y con la “camiseta puesta”, destinemos el tiempo necesario para conversar sobre los futuros cambios, ajustes o medidas necesarias en la operación, por ejemplo: 

  • ¿cuándo se piensa re aperturar el negocio?
  • ¿cuáles cambios se harán en el producto o servicio?
  • ¿qué sucederá con aquellas personas cuyos contratos están suspendidos?

De esta forma se evitará el temor, las especulaciones y el típico rumor entre los involucrados. Si aún el panorama futuro no es legible en su totalidad, una sencilla llamada de la jefatura puede ayudar. Indique el análisis de los pormenores como parte del proceso de toma de decisiones a corto y mediano plazo. Esto servirá para que el colaborador se sienta tranquilo y agradecido, a la espera de las consideraciones finales.

Interés genuino.

Debido al tiempo prolongado de afectación por el COVID-19, es muy probable que se sienta cierta tensión en el ambiente. Si ese es su caso o el de alguno de los integrantes del equipo, le invitamos a revisar los 6 tips para ganarle la batalla al estrés laboral.

Adicionalmente, es importante contar con espacios de acercamiento hacia los colaboradores, en los cuales no sólo se aborden aspectos ligados al trabajo, sino que se brinden periodos de confianza y armonía para hablar de la familia, el bienestar físico y mental, el estudio, entre otros tópicos importantes en la vida del socio laboral.

Ahora bien, por curioso que parezca, si el trabajador vive solo y su único acompañante es un perro o un gato que representa todo para él, preguntémosle sobre ese perro o gato. Cuando alguien percibe el interés de su jefatura en temas personales relevantes para él o ella, deja de sentirse un número más en la planilla. Se siente especial y eso lo motiva a identificarse con la institución.

Por último, es transcendental también utilizar estos conversatorios, para reconocer pensamientos y actitudes negativas y ofrecerle al individuo el soporte emocional que pueda requerir, coordinando con el área de Recursos Humanos, si fuese necesario.

Sana competencia.

Otra herramienta para aumentar la actitud positiva, es fomentar la creatividad y la sana competencia. Resulta encantador ver cómo las personas elevan su nivel de compromiso cuando son parte infalible de los procesos de la empresa. Es decir, en vez de sólo decirles qué hacer, se les da la oportunidad de plantear sugerencias, ideas y opiniones.

Al tener la ocasión de exponer sus aportes, la preocupación e interés para que el proyecto logre resultados eficientes y productivos, es mayor. La empresa podría inclusive generar algún tipo de concurso en el cual las personas hagan sus propuestas. Los mismos compañeros pueden ser los encargados de votar por la mejor opción. Y al final, para el ganador se puede destinar un premio o recompensa cuyo valor sea la mezcla perfecta entre monto monetario (considerando el presupuesto) y reconocimiento social.

Incentivos.

Una organización recurre a dos tipos de incentivos para motivar a su personal: incentivos financieros y los no financieros. El primero, tiene asociado un costo monetario mientras que el segundo, tiene una orientación psicológica. Si las jefaturas muestran el interés genuino incentivando una sana competencia, les será muy fácil idear diversos tipos de recompensas para su departamento porque lo conocen bastante bien.

Evite caer en la trampa de pensar que sólo el dinero aporta un estímulo laboral. Acá siempre entrará en juego la innovación y las posibilidades de recursos con los que cuenta la compañía. Les compartimos algunos ejemplos de incentivos para la época del COVID-19:

  • día libre por cumpleaños o hacerle llegar al homenajeado un pastel o postre tamaño personal
  • permisos con goce salarial por situaciones especiales,
  • actividades virtuales en conjunto con seres queridos,
  • envío masivo de correos electrónicos de felicitación,
  • posibilidad de continuar en teletrabajo unos días a la semana luego del coronavirus,
  • obsequios como libros para crecimiento o entretenimiento,
  • clases virtuales de ejercicios, etc.
Crecimiento continuo.

Es un buen momento para incentivar en los equipos de trabajo, la participación en capacitaciones, charlas, webinars y otros.  En este aspecto la empresa tiene un margen diverso de acción.

Por una parte puede apoyarse con plataformas digitales como Bemus con contenidos que puede ser de su interes al estilo de Microlearning, el cual coloca videos y rutas prácticas para aplicar en su negocio.

También, puede facilitar la posibilidad de inscribirse en una charla a la semana dentro de la jornada laboral, considerando como requisito la relación del tema de la exposición con el puesto y las tareas desempeñados por el sujeto en la compañía. Apoyar parcial o totalmente en el pago de certificaciones, actualizaciones o programas especializados, en ámbitos reforzadores al cargo asignado y según las posibilidades monetarias de la entidad.

Otra opción, es hacer alianzas con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y demás centros de formación, para optar por programas de capacitación virtuales gratuitos. Y, por último, solicitarle a un experto de la misma organización, en un campo en específico, el entrenamiento a las personas con carencias en esa área.

Un ser humano consciente de la inversión de la empresa en sí mismo para su crecimiento propio y profesional, es una persona motivada.

Para finalizar, mantener la motivación laboral genera personas proactivas, con iniciativa y responsabilidad a dar lo mejor en cada tarea asignada. En un camino paralelo, la empresa es capaz de lograr sus metas, seguir siendo competitiva y sobresalir en el mercado. Este tema se trata de un equilibrio entre lo solicitado y la generosidad de cada una de las partes de la relación laboral. Si una de ellas es abusiva y pide sin dar nada a cambio, la otra reaccionará buscando dar por concluido el contrato que los une. Los planes de incentivos deben estar completamente alineados a la estrategia y tipo de compañía.

Este blog fue elaborado por Amanda Arias, experta en Gestión de Talento Humano, aliada de Bemus. Si usted cuenta con inquietudes al respecto, contáctenos y con todo gusto, le orientamos en el proceso.